El mandatario brasileño se había golpeado en un accidente doméstico antes de la cumbre de los BRICS en Kazan.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, fue operado de urgencia de una craneotomía para drenar un hematoma subdural. El mandatario brasileño había sufrido un hemorragia que estaría vinculada a una caída que tuvo el pasado 19 de octubre en su casa. Según informó el comunicado médico publicado por el gobierno de Brasil, la intervención quirúrgica fue un éxito y se encuentra estable.
«La cirugía transcurrió sin complicaciones. Por el momento, el presidente se encuentra bien, bajo seguimiento en una cama de Unidad de Cuidados Intensivos», informó el Hospital Sirio-Libanés en un comunicado publicado durante la madrugada en las redes sociales del mandatario.
Los médicos explicaron que Lula sintió dolor de cabeza y le realizaron en Brasilia una resonancia magnética que mostró una hemorragia cerebral, que atribuyeron a la caída que sufrió hace un mes y medio.
Como consecuencia de esa caída, Lula se vio obligado a cancelar su visita a la ciudad rusa de Kazán, donde se llevó a cabo la cumbre del bloque de los BRICS. El viernes pasado, el presidente brasileño participó en Montevideo, la capital uruguaya, en la cumbre de jefes de Estado del Mercosur.