Un máximo de 400 personas podrán visitarla a la vez y los turistas ya no podrán sentarse en su borde. Asimismo, se estudia imponer una entrada de pago.
El agua volvió a brotar este domingo en la Fontana de Trevi de Roma tras dos meses de mantenimiento para que pueda lucir durante el Jubileo, ahora con un sistema que permitirá verla -y lanzar la moneda- a un máximo de 400 personas a la vez.
El jefe de gobierno local dijo que esta cifra podría modificarse eventualmente después de una fase de prueba, cuya duración no precisó. Además, indicó que el municipio estudiará la posibilidad de cobrar “una pequeña entrada” para financiar, entre otras cosas, el mantenimiento del lugar.
Por otro lado, Claudio Parisi Presicce, responsable de los bienes culturales del Ayuntamiento de Roma, precisó que los trabajos en los monumentos municipales se realizan con el objetivo de “devolver a la ciudad la mayor parte de ellos antes del inicio del Jubileo” de la Iglesia católica, que comienza el 24 de diciembre.
En estas semanas de «sequía» contó con una pasarela por la que los turistas podían apreciar de cerca los detalles del monumento, retirada el jueves, al igual que una bañera en la que se podía seguir lanzando las monedas, luego destinadas a Cáritas. Ahora la Fontana, que se estima que diariamente recibe unas 12.000 visitas, contará con un sistema de contención para evitar las aglomeraciones y protegerla.