Leve mejoría en el estado de salud del pontífice, que en su convalecencia ha podido reunirse con el cardenal Pietro Parolin.
Tras varios días en el hospital Gemelli de Roma, el papa Francisco mostró una leve mejoría y no ha sufrido otras crisis respiratorias, lo que le ha permitido retomar algunos deberes laborales.
Sus condiciones, según lo confirmado por el Vaticano en su boletín diario, sigue siendo crítico pero demuestran leves progresos. Asimismo, el control de la insuficiencia renal detectada no suscita preocupación.
El Vaticano ha querido subrayar el carácter extraordinario del hecho que el papa haya podido recibir algunas visitas durante su convalecencia en el Hospital Policlínico Gemelli de Roma y despachar algunos asuntos pendientes. En la tarde-noche de ayer también se conoció que había sido capaz de retomar su constumbre y llamar al párroco de la franja de Gaza, el padre Gabriel Romanelli.
Es una señal de esperanza, ya que por la gravedad de su enfermedad había dejado de hacerlo los últimos días y este lunes pudo volver a retomarlo.
A pesar de la leve mejora descripta por los médicos, el último parte no incluye un pronóstico sobre la salud del papa. De hecho, siguen hablando de un “estado crítico”.
Lo cierto es que, a sus 88 años, la máxima autoridad de la iglesia católica tuvo que internarse por una bronquitis que ya venía sufriendo. Sin embargo, eso derivó en una neumonía bilateral y otras complicaciones como una insuficiencia renal leve.