El joven organizaba falsas citas para atraer a los señalados, a quienes luego atacaba y grababa para subir los videos a sus redes sociales.
Un youtuber fue arrestado en las últimas horas tras ser acusado de organizar operativos por cuenta propia en los que secuestraba, golpeaba y escrachaba públicamente a personas que él mismo señalaba como presuntos abusadores. La polémica figura generaba contenido viral en redes sociales, donde difundía los enfrentamientos con sus víctimas, a las que engañaba con falsas citas para luego atacarlas.
Según informaron medios locales, el detenido utilizaba perfiles falsos en aplicaciones de citas para contactar a los hombres, fingiendo ser menores de edad. Una vez acordado el encuentro, los sorprendía acompañado por un grupo de personas, los retenía por la fuerza y los exponía a situaciones de violencia física y verbal, todo registrado en video para sus seguidores.
El caso generó gran repercusión pública y abrió un debate sobre los límites del escrache y la justicia por mano propia. Si bien algunos de sus seguidores celebraban sus acciones, desde la Justicia advirtieron que se trata de delitos graves, como privación ilegítima de la libertad, lesiones y amenazas, más allá de la veracidad o no de las acusaciones contra los atacados.
Las autoridades destacaron que ningún ciudadano tiene el derecho de ejercer funciones propias del sistema judicial, y subrayaron que las denuncias por delitos sexuales deben canalizarse a través de las vías legales correspondientes. En este sentido, se investiga también si hubo complicidad o participación de terceros en los operativos organizados por el youtuber.
El joven permanece detenido mientras avanza la causa en su contra. En paralelo, la fiscalía trabaja en el análisis del contenido difundido en redes y en la identificación de las víctimas de sus ataques, algunas de las cuales ya habrían declarado ante la Justicia. El caso reaviva una discusión delicada: la de los riesgos de las redes sociales como escenario de linchamientos digitales que, en este caso, escalaron a la violencia real.