Las lluvias torrenciales sorprendieron a los visitantes del histórico sitio arqueológico en Jordania, que debió ser cerrado por precaución.
Una tragedia sacudió este lunes a la ciudad arqueológica de Petra, en Jordania, donde dos turistas belgas —una madre y su hijo— murieron tras ser arrastrados por las intensas lluvias que provocaron severas inundaciones en la región. El hecho ocurrió en una zona cercana al emblemático yacimiento, uno de los destinos turísticos más importantes del país.
Ante la magnitud del fenómeno, las autoridades jordanas decidieron evacuar a más de 1.700 personas, entre visitantes y trabajadores del lugar. Las precipitaciones, que superaron ampliamente los niveles habituales para esta época del año, generaron crecidas repentinas que bloquearon caminos y arrastraron vehículos.
El Gobierno declaró el estado de emergencia en varias zonas del sur del país y desplegó equipos de rescate, defensa civil y ambulancias para asistir a los afectados. Las operaciones de búsqueda se extendieron durante horas debido a la dificultad del terreno y al riesgo de nuevos desbordes.
El sitio arqueológico de Petra, reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, fue cerrado de manera preventiva hasta nuevo aviso. Esta no es la primera vez que las lluvias afectan al lugar: en 2018, una situación similar también obligó a su evacuación.
El cambio climático y la falta de infraestructura de drenaje en regiones desérticas han vuelto más frecuentes y peligrosos este tipo de episodios. Las autoridades jordanas informaron que reforzarán los sistemas de alerta temprana y protección civil para evitar nuevas tragedias.