El posible ajuste se daría a pesar de la caída en las ventas. Estiman que respondería a factores impositivos y de costos operativos.
El precio de los combustibles podría subir un 5% en julio, según advierten fuentes del sector energético. A pesar de la baja sostenida en el consumo desde principios de año, los incrementos responderían al impacto acumulado de ajustes impositivos, la devaluación y el encarecimiento de los costos logísticos.
Empresarios del rubro señalan que el margen de rentabilidad continúa siendo acotado, lo que empuja a las compañías a trasladar parte de los aumentos al precio final. El próximo mes se espera la actualización del impuesto a los combustibles líquidos (ICL), lo que podría actuar como detonante del alza.
Desde el Gobierno aún no confirmaron la suba, pero no se descarta que se habilite una corrección moderada en los precios para evitar mayores distorsiones en el mercado.
De concretarse, sería el segundo incremento consecutivo en menos de dos meses y afectaría directamente al transporte y a los costos logísticos, con posibles consecuencias en la inflación de julio.