Se disuelven el ENRE y el ENARGAS para dar lugar a un único organismo que controlará los servicios de electricidad y gas en todo el país.
El Gobierno nacional oficializó la disolución del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) y del Ente Nacional Regulador del Gas (ENARGAS), dos organismos claves para el control y la fiscalización de los servicios públicos. En su lugar, se creará un solo ente que concentrará las tareas de regulación tanto del mercado eléctrico como del gasífero.
La medida, impulsada por el Ministerio de Economía que conduce Luis Caputo, forma parte del plan de reestructuración del Estado que el presidente Javier Milei viene llevando adelante desde el inicio de su gestión. Bajo el argumento de “racionalizar recursos” y “reducir la burocracia”, el Gobierno busca concentrar el control energético en una sola estructura administrativa.
Según se informó oficialmente, este nuevo organismo absorberá las competencias técnicas, legales y administrativas que hasta ahora estaban divididas entre el ENRE y el ENARGAS. Entre sus funciones estarán la autorización de tarifas, el control de inversiones de las empresas concesionarias y la fiscalización de la calidad del servicio.
El Ejecutivo asegura que esta decisión permitirá mejorar la eficiencia y bajar costos operativos. No obstante, especialistas del sector advirtieron que podría derivar en una menor capacidad de control y supervisión, lo que impactaría en la protección de los usuarios ante eventuales abusos de las empresas prestadoras.
Con esta iniciativa, la llamada “motosierra” de Milei suma un nuevo capítulo, esta vez en el sensible sector energético, en un contexto en el que se siguen discutiendo aumentos de tarifas y subsidios. Resta ahora conocer cómo se implementará la transición y cuál será el alcance real del nuevo ente regulador.