La mujer, vinculada al entorno libertario, llegó desde Miami y desató un escándalo que complica al oficialismo.
Laura Belén Arrieta quedó en el centro de la escena política tras conocerse que habría ingresado al país con diez valijas sin declarar en la Aduana, en un vuelo proveniente de Miami. La situación generó un fuerte revuelo y puso en aprietos al Gobierno, dado que Arrieta mantiene estrechos vínculos con referentes del espacio libertario.
Según trascendió, el arribo se produjo el pasado fin de semana y los controles habrían sido llamativamente laxos, al punto de que la mujer evitó pasar por los escáneres habituales. Este hecho despertó sospechas sobre un posible trato preferencial o irregularidades en los procedimientos aduaneros.
Arrieta es una empresaria con conexiones con figuras cercanas al presidente Javier Milei, lo que alimentó las críticas de la oposición, que ya pidió explicaciones formales. Algunos sectores reclamaron que se investigue si las valijas contenían bienes que debieron ser declarados o si existió alguna maniobra para eludir impuestos.
Desde el oficialismo buscaron bajarle el tono al episodio, argumentando que se trató de una operación mediática sin sustento. No obstante, el caso sigue sumando interrogantes y ya se evalúan presentaciones judiciales para determinar si hubo delito o violación del régimen aduanero.
Mientras tanto, el episodio sacudió la agenda política en un momento sensible para el Gobierno, que intenta sostener su discurso de transparencia y lucha contra los privilegios. La investigación sobre el ingreso de Arrieta promete continuar y podría derivar en nuevas derivaciones que comprometan a funcionarios y allegados del oficialismo.