La Cancillería expresó su inquietud a Israel tras el ataque que dejó herido a un sacerdote argentino y causó la muerte de dos civiles.
El Gobierno argentino manifestó su “seria preocupación” por el reciente bombardeo israelí en la Franja de Gaza que impactó en la única iglesia católica del territorio, provocando la muerte de dos mujeres palestinas y dejando herido al sacerdote argentino Gabriel Romanelli.
La Cancillería emitió un comunicado en el que expresó su inquietud ante el gobierno de Israel y solicitó explicaciones por el ataque, ocurrido en el marco de las operaciones militares que continúan en la región. La parroquia afectada pertenece a la comunidad de la Sagrada Familia, donde el cura argentino desempeña su labor pastoral desde hace años.
Según se informó, Romanelli sufrió heridas leves y fue atendido rápidamente. Desde el entorno del religioso afirmaron que continúa en Gaza asistiendo a los fieles y colaborando con las víctimas del conflicto, pese a la situación crítica que atraviesa la zona.
El hecho generó reacciones tanto en ámbitos diplomáticos como religiosos, y reavivó el debate sobre el impacto de los ataques en objetivos civiles y lugares de culto. Diversas organizaciones humanitarias también condenaron el episodio y pidieron mayor protección para las minorías religiosas en el conflicto.
El Gobierno argentino reiteró su postura de respeto por el derecho internacional humanitario y llamó a que se garantice la seguridad de la población civil, especialmente en espacios destinados a la asistencia espiritual y social.