El volcán Kambalny, ubicado en la península de Kamchatka, entró en erupción por primera vez desde el siglo XVI y generó una amplia columna de cenizas que obligó a emitir alertas en la región.
Las autoridades de Rusia se encuentran en estado de alerta tras la sorpresiva erupción del volcán Kambalny, que llevaba más de 450 años inactivo. El fenómeno se registró en la península de Kamchatka, una zona de intensa actividad sísmica y volcánica al este del país.
El Kambalny, cuya última erupción documentada data del siglo XVI, comenzó a expulsar cenizas y material volcánico a gran altura, generando una columna que se elevó varios kilómetros en la atmósfera. Las autoridades locales emitieron advertencias a la aviación y comenzaron tareas preventivas en las áreas cercanas.
Si bien no se reportaron víctimas ni daños materiales de gravedad, los organismos de emergencia recomendaron a la población de las zonas aledañas limitar sus desplazamientos y mantenerse informados ante posibles nuevas emisiones. También se evalúa el impacto ambiental y en la calidad del aire, debido a la dispersión de cenizas.
El Instituto de Vulcanología de Rusia calificó el evento como “inusual” por el largo período de inactividad del volcán y señaló que se continuará con un monitoreo permanente. El Kambalny se encuentra dentro del Anillo de Fuego del Pacífico, una zona con numerosos volcanes activos.
La erupción se suma a una serie de eventos volcánicos recientes en el país, lo que ha llevado a los expertos a redoblar la vigilancia sobre otras estructuras similares. El hecho reavivó el debate sobre los niveles de preparación ante desastres naturales en regiones remotas y de difícil acceso como Kamchatka.