Una embarcación que transportaba migrantes se hundió frente a la costa sur de Yemen. Hay al menos 68 muertos y más de 70 personas desaparecidas.
Una nueva tragedia sacude al Golfo de Adén. Al menos 68 migrantes murieron y más de 70 permanecen desaparecidos tras el naufragio de una embarcación frente a la costa sur de Yemen. El barco, sobrecargado, intentaba trasladar a más de 160 personas desde Somalia en dirección a la Península Arábiga, en un trayecto habitual para quienes huyen de conflictos o buscan mejores condiciones de vida.
Según relataron los sobrevivientes, la sobrecarga del navío y las condiciones climáticas adversas fueron factores clave en el hundimiento. Las autoridades locales, con apoyo de organismos internacionales, desplegaron operativos de rescate, aunque las tareas se vieron dificultadas por el difícil acceso a la zona.
La mayoría de los pasajeros eran migrantes provenientes de países del Cuerno de África, como Etiopía y Somalia, quienes suelen recurrir a rutas extremadamente peligrosas para alcanzar Yemen, desde donde esperan cruzar hacia otros países del Golfo. En muchos casos, son víctimas de redes de trata o traficantes de personas que los embarcan en condiciones inhumanas.
Organismos humanitarios advirtieron que este tipo de tragedias son cada vez más frecuentes, ante el endurecimiento de las políticas migratorias y el aumento de los desplazamientos forzados por guerras, pobreza y crisis climáticas. A pesar de los riesgos, miles de personas siguen utilizando esta ruta marítima cada año.
La comunidad internacional volvió a exigir acciones concretas para enfrentar esta crisis humanitaria, incluyendo corredores seguros, asistencia a migrantes y sanciones a las redes que se lucran con sus vidas. Mientras tanto, las tareas de búsqueda continúan y se teme que el número de víctimas fatales siga creciendo.