La histórica militante por los derechos humanos tenía 94 años. Su lucha incansable en busca de su hijo desaparecido la convirtió en una figura emblemática de la organización.
Este martes se conoció la noticia del fallecimiento de Enriqueta Rodríguez de Maroni, una de las referentes más destacadas de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora. Tenía 94 años y durante más de cuatro décadas dedicó su vida a la defensa de los derechos humanos y la memoria de los desaparecidos durante la última dictadura militar.
Enriqueta comenzó su militancia en 1977, tras la desaparición de su hijo Jorge Oscar Maroni, secuestrado por las fuerzas represivas del Estado. Desde entonces, se sumó al grupo de mujeres que cada jueves rodeaba la Pirámide de Mayo con un pañuelo blanco en la cabeza, exigiendo la aparición con vida de sus hijos.
Fue una de las integrantes fundadoras de la Línea Fundadora, el grupo que decidió mantener el reclamo centrado en la búsqueda de verdad y justicia, evitando vínculos con partidos políticos. A lo largo de los años, su testimonio fue clave en juicios por crímenes de lesa humanidad y participó activamente en iniciativas educativas y de memoria.
El colectivo de Madres expresó su dolor a través de un comunicado donde destacaron la entrega, la coherencia y la calidez humana de Enriqueta. También subrayaron que su legado permanece vivo en cada paso de la lucha por los derechos humanos en la Argentina.
Diversas organizaciones sociales y políticas también despidieron a Enriqueta con homenajes y palabras de reconocimiento por su compromiso inquebrantable. Su figura deja una huella imborrable en la historia de la resistencia contra el olvido y la impunidad.