El gobierno israelí dio luz verde a la propuesta del primer ministro para asumir el control total del enclave, en medio de un contexto de tensiones y críticas internacionales.
El gabinete israelí aprobó este viernes el plan impulsado por el primer ministro Benjamin Netanyahu para tomar el control total de la Franja de Gaza. La decisión se produce en el marco del conflicto en curso y representa un giro significativo en la política de Israel hacia el enclave palestino.
Según lo informado por las autoridades, la medida busca garantizar la seguridad de Israel mediante la ocupación y administración directa de Gaza. El plan prevé el despliegue de fuerzas militares en puntos estratégicos, así como el establecimiento de una administración provisional que responda al gobierno israelí.
La iniciativa ha generado un intenso debate tanto en el ámbito interno como en el internacional. Diversos países y organismos de derechos humanos advirtieron que una ocupación prolongada podría exacerbar la crisis humanitaria que atraviesa la población gazatí.
Por su parte, Netanyahu defendió la propuesta argumentando que es la única manera de prevenir futuros ataques y desmantelar la infraestructura de grupos armados en el territorio. “Es una medida necesaria para garantizar la seguridad de nuestros ciudadanos”, afirmó el primer ministro en una declaración oficial.
Mientras tanto, en Gaza, la población enfrenta una situación crítica con carencias de alimentos, medicinas y servicios básicos, agravadas por los recientes bombardeos y el bloqueo. Organizaciones internacionales pidieron la apertura de corredores humanitarios para asistir a los civiles atrapados en medio del conflicto.