El sector acumula siete meses consecutivos en baja y enfrenta una fuerte retracción del consumo interno.
Las ventas minoristas de las pequeñas y medianas empresas registraron en julio una caída del 2% en comparación con el mismo mes del año pasado, según datos relevados por cámaras empresariales del sector. Con este resultado, ya son siete los meses consecutivos en los que el comercio minorista muestra números negativos.
El informe destacó que, si bien algunos rubros experimentaron leves mejoras respecto a junio, la tendencia general continúa marcada por la retracción del consumo. Los comerciantes señalan que la pérdida de poder adquisitivo de los hogares y el encarecimiento de los costos operativos siguen siendo los principales factores que afectan la actividad.
Entre los rubros más golpeados se encuentran indumentaria, calzado, alimentos y bebidas, mientras que ferreterías y artículos para el hogar mostraron cierta estabilidad. La venta online, que había crecido en períodos anteriores, también evidenció una desaceleración, reflejando la cautela de los consumidores.
Desde el sector advierten que la recuperación dependerá de una mejora en los ingresos reales y de políticas que favorezcan el acceso al crédito. En este sentido, los empresarios reclaman medidas que alivien la presión impositiva y faciliten la inversión en los negocios.
La expectativa para los próximos meses se mantiene moderada, ya que la inestabilidad económica y la incertidumbre sobre el consumo generan un panorama complejo para el comercio minorista. Sin embargo, los comerciantes confían en que las fechas especiales y las promociones puedan aportar un leve repunte en la segunda parte del año.