El dirigente político no sobrevivió a las heridas sufridas tras un atentado ocurrido la semana pasada. El hecho generó conmoción y tensión en plena recta final electoral.
El candidato presidencial colombiano que había sido baleado durante un acto de campaña falleció este lunes como consecuencia de las graves heridas que sufrió en el atentado. El ataque, perpetrado por un sicario en medio de un evento público, ocurrió la semana pasada y desde entonces el dirigente permanecía internado en estado crítico.
La agresión tuvo lugar mientras el aspirante se dirigía a simpatizantes y militantes en una localidad del país. Testigos relataron que un hombre armado irrumpió en la concentración y disparó en varias oportunidades, provocando el caos entre los presentes. El atacante fue detenido minutos después por las fuerzas de seguridad.
Desde el momento del ataque, el candidato había sido sometido a varias intervenciones quirúrgicas en un intento por salvarle la vida. Sin embargo, las complicaciones derivadas de las lesiones provocaron su deceso.
El hecho desató una fuerte condena por parte de dirigentes políticos de todo el espectro, quienes reclamaron garantías para el desarrollo de la campaña electoral. Organismos internacionales también expresaron su preocupación por la violencia política en Colombia.
A menos de dos meses para las elecciones, el crimen reaviva el debate sobre la seguridad de los candidatos y el clima de polarización que atraviesa el país. La autoridad electoral confirmó que el proceso continuará según lo previsto, mientras la familia del dirigente recibe muestras de apoyo y condolencias de todo el continente.