El incremento fue aprobado en la Cámara Alta y se aplicará en los próximos meses, en medio de un fuerte debate público sobre los salarios de la política.
El Senado de la Nación aprobó un nuevo aumento en las dietas de los legisladores, que alcanzarán los 10,2 millones de pesos brutos mensuales a partir de noviembre. La decisión, que ya había generado polémica en votaciones anteriores, vuelve a reabrir la discusión sobre los sueldos de la dirigencia política en un contexto de crisis económica.
El incremento será escalonado y se suma a las actualizaciones que los senadores habían obtenido durante el primer semestre del año. Según fuentes parlamentarias, la medida responde a un esquema de recomposición salarial atado a la paritaria de los trabajadores del Congreso, lo que en la práctica repercute también en las dietas de los legisladores.
La decisión provocó críticas de distintos sectores políticos y sociales, que cuestionaron la oportunidad del aumento en medio de la caída del poder adquisitivo y la alta inflación. En redes sociales, la noticia generó un intenso debate y volvió a instalar la discusión sobre la legitimidad de los ingresos que perciben los funcionarios públicos.
Desde la Cámara Alta se defendió la medida argumentando que se trata de un mecanismo automático vinculado a la actualización salarial del personal legislativo. Sin embargo, las voces disidentes señalaron que, más allá del procedimiento, los senadores cuentan con la posibilidad de revisar y frenar incrementos que consideran inoportunos.
Con este nuevo ajuste, el salario de los senadores se ubica muy por encima del promedio del sector público y privado, lo que profundiza la distancia con la realidad económica de la mayoría de la población. El tema promete seguir generando controversia en los próximos meses, cuando se haga efectivo el aumento en las liquidaciones de noviembre.