La pericia determinó que el gendarme que hirió al joven no respetó el protocolo de actuación. El caso sigue bajo investigación judicial.
Un nuevo informe balístico aportó detalles clave en la causa que investiga el ataque a Pablo Grillo, el joven que permanece internado tras recibir un disparo en el Congreso. Según la pericia, el gendarme involucrado no respetó los protocolos de actuación y efectuó un disparo irregular con su arma reglamentaria.
El resultado de los estudios fue incorporado en las últimas horas al expediente judicial y refuerza la hipótesis de un accionar indebido por parte de la fuerza de seguridad. El documento señala que el proyectil fue disparado en un contexto que no justificaba el uso letal, lo que constituye una violación a las normativas vigentes.
La reconstrucción fue realizada el 11 de agosto por la División Balística de la Policía de la Ciudad con la participación de peritos de todas las partes. El informe aclaró que si Guerrero hubiera seguido el protocolo, el proyectil no habría alcanzado a Grillo, quien ese día registraba con su cámara la represión ordenada por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
Desde el entorno familiar expresaron su preocupación por la evolución de la salud de Pablo y reclamaron justicia. Organizaciones de derechos humanos también exigieron celeridad en la investigación y sanciones ejemplares en caso de comprobarse responsabilidad institucional.
Mientras tanto, el Ministerio de Seguridad de la Nación se mantiene en contacto con las autoridades judiciales y no descartó la aplicación de medidas disciplinarias internas contra los efectivos involucrados, en paralelo al avance de la causa.