Tras el triunfo electoral en la ciudad, Nación redujo los recursos destinados a los afectados por la inundación.
El Gobierno nacional dispuso un recorte del 50% en los fondos de asistencia para Bahía Blanca, destinados a las familias y comercios que sufrieron las graves inundaciones de las últimas semanas. La medida generó sorpresa en la ciudad, que había respaldado con fuerza al oficialismo en las recientes elecciones.
Según trascendió, la reducción de recursos impactará directamente en los programas de emergencia que estaban en marcha para atender a los damnificados. Esto incluye la entrega de subsidios, materiales para la reconstrucción de viviendas y la asistencia a pequeños productores afectados por el temporal.
Desde el municipio y las organizaciones sociales expresaron preocupación por la decisión, al señalar que la recuperación de la ciudad requiere de un esfuerzo sostenido y coordinado. También remarcaron que miles de familias aún se encuentran en situación de vulnerabilidad y que la ayuda es indispensable para acelerar el retorno a la normalidad.
En el plano político, la medida abrió un nuevo frente de debate sobre la relación entre el Gobierno nacional y las provincias, especialmente en lo referido al reparto de fondos en situaciones de emergencia. Dirigentes opositores criticaron el recorte y advirtieron que podría agravar la crisis social en la región.