Creció la cantidad de visitantes, aunque el tiempo de permanencia y el gasto por persona descendieron.
Durante el último fin de semana largo en Argentina, se registró un aumento en el número de turistas que se desplazaron hacia diversos destinos del país. Sin embargo, el promedio de estadía fue más breve que en años anteriores, lo que impactó en el volumen total de gasto.
Este comportamiento sugiere que muchos viajeros priorizaron escapadas rápidas en lugar de descansos prolongados. En consecuencia, el movimiento poblacional fue intenso, pero los comercios, alojamientos y servicios turísticos percibieron un flujo menos estable a lo largo del tiempo.
Los analistas destacan que esta tendencia puede vincularse al alto costo de vida: los visitantes “optimizan” el turismo para que se ajuste a sus posibilidades económicas. Las diferencias regionales fueron notorias: destinos cercanos a las grandes ciudades captaron más turistas, mientras que las zonas más lejanas sintieron una merma.
Las autoridades del sector anticipan que será esencial adaptar la oferta turística para que responda a estos cambios de comportamiento. Fotografías como promociones cortas, paquetes de última hora y servicios accesibles podrían favorecer la consolidación del movimiento turístico, aún en contextos de restricción económica.