La zona más afectada fue el norte del estado de Río de Janeiro, en donde las autoridades desplegaron un operativo ante la amenazante tormenta.
Luego de las inundaciones y desastres climáticos que dejó el temporal a lo largo de la Argentina, las tormentas se trasladaron al sureste de Brasil, donde causaron el fallecimiento de 13 personas en distintos accidentes, y las autoridades desplegaron este sábado un operativo para hacerle frente a la situación crítica.
Ríos desbordados de agua entre intensas lluvias y un cielo cubierto por nubes crearon un escenario inusitado en Río de Janeiro, en donde las temperaturas disminuyeron y estructuras cedieron ante la tormenta. De acuerdo a la información brindada por el gobierno de Río de Janeiro, cuatro personas perdieron la vida en el derrumbe de una vivienda ubicada en la ciudad de Petrópolis, a 70 kilómetros de la capital del estado.
Para afrontar la situación, el gobierno decidió formar un comité de Emergencia, que anunció que rescató a 90 personas, a quienes trasladaron a escuelas públicas, utilizadas como refugios a modo provisorio.
Las medidas preventivas del gobierno, que detectó asueto administrativo para el viernes pasado para evitar víctimas fatales, no alcanzaron ante la feroz tormenta, por la que aún continúa vigente la alerta en la zona. En las últimas 24 horas, según los informes de los medios brasileños, llovieron 270 milímetros, cifra récord para la región.
El trágico fenómeno llegó días después de las extremas temperaturas que alcanzaron los 62,3° de sensación térmica en zonas específicas de Río de Janeiro, número récord en el territorio.