Se confirmó una nueva víctima fatal y las autoridades sanitarias refuerzan los operativos para contener la crisis.
La crisis por el fentanilo contaminado no da tregua y ya se cobró la vida de 34 personas en Argentina. En las últimas horas se confirmó una nueva muerte vinculada al consumo de esta sustancia adulterada, lo que elevó aún más la preocupación en el ámbito sanitario y judicial.
El caso más reciente se registró en la provincia de Buenos Aires, donde un hombre falleció tras presentar un cuadro compatible con intoxicación por opioides. Los análisis confirmaron la presencia de fentanilo contaminado, la misma sustancia que ha sido detectada en las demás víctimas desde el inicio de la alerta.
Autoridades nacionales mantienen activo un protocolo de emergencia que incluye la distribución de naloxona, un antídoto que revierte los efectos del fentanilo, y la coordinación con fuerzas de seguridad para rastrear el origen de las dosis adulteradas. A su vez, se refuerzan los controles en puntos críticos de consumo y distribución.
Desde el Ministerio de Salud reiteraron el llamado a la precaución y pidieron a quienes tengan información sobre posibles puntos de venta ilegales que colaboren con la justicia. “Estamos ante una situación extremadamente delicada, donde cada minuto cuenta”, indicaron voceros de la cartera.
El fentanilo es un opioide sintético hasta 50 veces más potente que la heroína, y su uso sin control médico representa un riesgo altísimo. La aparición de lotes contaminados dispara una alarma inédita en el país, donde ya se habla de una crisis sanitaria sin precedentes en este tipo de sustancias.