Este viernes, el país deberá abonar 800 millones de dólares al Fondo Monetario Internacional, mientras continúa a la espera de la aprobación de un nuevo desembolso.
Argentina se prepara para afrontar este viernes un nuevo vencimiento con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que implica el pago de 800 millones de dólares. La obligación llega en un contexto de tensión financiera y expectativa por la aprobación de un nuevo tramo del préstamo que el organismo internacional mantiene con el país.
El gobierno nacional busca cumplir con el calendario de pagos mientras negocia un desembolso adicional que permita fortalecer las reservas del Banco Central. La estrategia oficial apunta a sostener la estabilidad cambiaria y evitar un impacto mayor sobre el mercado financiero en un segundo semestre atravesado por presiones inflacionarias y devaluatorias.
En paralelo, desde el Ejecutivo aseguran que el diálogo con el Fondo continúa abierto y que se espera una respuesta positiva en las próximas semanas. Sin embargo, fuentes cercanas al organismo reconocen que aún no hay una definición concreta sobre el nuevo envío de fondos.
La situación revive el debate sobre la sustentabilidad del acuerdo alcanzado durante el gobierno anterior, en el marco del cual se contrajo una deuda total de 44 mil millones de dólares. Con cada vencimiento, se renuevan las críticas desde distintos sectores políticos y sociales que cuestionan el peso del endeudamiento externo sobre las políticas públicas.
El vencimiento de este viernes representa un nuevo desafío para el equipo económico, que intenta equilibrar las exigencias del Fondo con las necesidades internas. En ese sentido, el pago se realizará mientras el país aún espera señales claras del FMI respecto al futuro del programa financiero conjunto.
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