Con una actuación decisiva desde los 12 pasos, el arquero de River fue clave en el triunfo por penales que le permite seguir con vida en la Copa Libertadores.
River Plate logró una épica clasificación a los cuartos de final de la Copa Libertadores tras superar a Libertad en la tanda de penales, luego de igualar en intensidad e idas y vueltas en los 90 minutos. Franco Armani fue el gran héroe de la jornada: atajó dos remates claves y le permitió al Millonario festejar en Asunción.
Durante el tiempo reglamentario, ambos equipos se respetaron. River, con un planteo ordenado, tuvo oportunidades claras; Libertad, con su presión característica, también buscó alterar el rumbo del partido. El empate dejó todo por definirse desde los tiros desde el punto penal.
En ese contexto límite, Armani respondió con seguridad: dos atajadas fundamentales inclinaron la serie a favor de River. Su temple y reflejos revitalizaron al equipo, que siempre supo que, con su arquero inspirado, tenía una chance real de avanzar.
La reacción del plantel, los abrazos y las lágrimas de desahogo reflejaron la carga emocional del momento: más que un triunfo, fue una afirmación del carácter de un equipo acostumbrado a las noches grandes. La confianza recuperada promete proyectarse hacia la próxima instancia.
Ahora, River aguardará rival para enfrentar a Palmeiras y continuar su senda en la Libertadores. Con Armani como estandarte bajo los tres palos, el camino sigue abierto y el sueño continental intacto.