En apenas cinco días, tras la asunción del nuevo Gobierno, hubo ajustes del 30 y 37 por ciento. Con estas subas, Argentina dejó de ser el país con el combustible más barato de la región.
Tras las medidas económicas anunciadas por el ministro de Economía Luis Caputo, que incluyeron una devaluación del 54 por ciento del tipo de cambio oficial, las estaciones de servicio de combustibles y naftas amanecieron este jueves con subas de precios en un 37 por ciento, que se suman a la actualización de hasta el 30 por ciento que habían hecho las petroleras el fin de semana pasado. De esta manera, llenar el tanque se encareció en la Ciudad de Buenos Aires, el conurbano bonaerense y otras ciudades del país.
Las petroleras YPF y Axion aumentaron este jueves 37% el valor de naftas y gasoil y se sumaron así a Shell, que hizo lo propio el miércoles en la misma proporción, con lo cual los combustibles acumulan un incremento de 77% desde el 1 de noviembre. Con este incremento, en el caso de YPF en la ciudad de Buenos Aires, los valores quedaron en $ 587 para el litro de nafta súper; $ 704 para el de nafta premium; $ 662 para el gasoil y $ 779 para el diesel premium.
Este incremento tendrá efectos de primera y segunda ronda en la inflación. El Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Indec correspondiente a noviembre arrojó para noviembre un salto al 12,8% mensual y un acumulado de 160,9% en el último año. Tras las medidas anunciadas ayer, y con el “sinceramiento” de algunas variables que comenzó a realizar el nuevo Gobierno, las consultoras ya anticipan que será difícil ver el IPC moviéndose por debajo del 30% en los próximos meses.