Luego de más de dos décadas de dominio del MAS, dos opositores disputarán por primera vez un balotaje presidencial en octubre.
El Movimiento al Socialismo (MAS), que gobernó Bolivia durante más de veinte años, fue desplazado por primera vez tras las elecciones presidenciales. Según los resultados preliminares, dos candidatos opositores quedaron al frente y se enfrentarán en un balotaje inédito en octubre. Rodrigo Paz, del centrista Partido Demócrata Cristiano, lideraba con alrededor del 32 % de los votos, seguido por el ex presidente Jorge “Tuto” Quiroga, que alcanzó el 26 %.
Esta situación marca un quiebre histórico con el legado del MAS y de Evo Morales. Las divisiones internas dentro del oficialismo y el inhabilitado rol político de Morales erosionaron la fuerza hasta ahora dominante, generando una fragmentación que favoreció la emergencia de figuras alternativas.
El escenario previo al balotaje destaca por una fuerte crisis económica, con inflación alta, escasez de combustibles y descontento social. El desafío de fondo para cualquiera de los candidatos será restaurar la estabilidad y la gobernabilidad económica.
Rodrigo Paz canalizó un reclamo de renovación desde sectores urbanos y medios, mientras que Quiroga apostó al respaldo de la experiencia y propuestas de apoyo internacional. Ambos impulsan agendas de apertura de mercado y reformas fiscales, en contraste con el perfil estatista del MAS.
Con el voto nulo elevándose como expresión del desencanto, la segunda vuelta del 19 de octubre asoma como una de las citas más relevantes en la historia política reciente de Bolivia, con la posibilidad real de modificar por completo el rumbo institucional y geopolítico del país.