El menor fue hallado sin vida en una vivienda de Villa 9 de Julio. El principal sospechoso es un adolescente cercano a la familia, que quedó a disposición de la Justicia mientras se realizan peritajes y estudios psiquiátricos.
Un hecho estremecedor sacude a la provincia de Tucumán luego de que un niño de 10 años fuera encontrado sin vida en una vivienda del pasaje Paraguay al 100, en el barrio Villa 9 de Julio. La investigación, encabezada por la Policía y el Ministerio Público Fiscal, apunta como principal sospechoso a un adolescente de 16 años, cercano a la familia, quien quedó alojado en un centro especializado para menores infractores mientras avanza la causa.
La víctima vivía junto a sus dos hermanos —de 6 y 15 años— bajo la tutela de un tío abuelo, debido a antecedentes de problemas familiares relacionados con adicciones de los padres. Según informó la prensa local, el adolescente señalado como responsable solía quedarse a dormir en la casa y mantenía una relación de amistad con los tres hermanos.
De acuerdo con los primeros testimonios, el joven sospechoso habría regresado a su hogar alrededor de las 7 de la mañana y, en un estado de evidente angustia, habría confesado a su madre haber cometido un grave error. Familiares relataron que el adolescente se mostraba perturbado, pedía perdón y llegó incluso a enviar mensajes a una tía en Buenos Aires, donde manifestaba intenciones suicidas. Una de las hermanas de la víctima aseguró que el joven atravesaba problemas psicológicos y episodios de angustia, aunque nunca había demostrado conductas violentas.
La secuencia posterior al crimen se volvió aún más impactante cuando se supo que fue el propio adolescente quien alertó a las autoridades sobre la presencia del cuerpo sin vida en la vivienda. Tras la llegada de la Policía, el joven habría brindado información que lo incriminaba, aunque su testimonio está siendo analizado con cautela.
Por orden judicial, fue trasladado a un Centro de Admisión y Derivación (CAD), donde quedó a disposición del Ministerio Público Fiscal. El fiscal Pedro Gallo ordenó la realización de estudios psiquiátricos para determinar su estado de salud mental y evaluar el tipo de imputación que podría corresponder de acuerdo con la legislación penal vigente.
La zona donde ocurrió el hecho permanece cercada para facilitar el trabajo de los equipos de Criminalística, Química y Medicina Forense del ECIF, quienes recolectan muestras y buscan establecer con precisión la mecánica de la muerte. La autopsia será clave para determinar si existieron signos compatibles con asfixia u otro mecanismo de homicidio.
Mientras la investigación avanza, el caso genera profundo impacto en el barrio y entre los vecinos, quienes describieron a los niños como muy queridos en la comunidad. El trabajo pericial y judicial continúa para reconstruir qué ocurrió durante la madrugada y esclarecer los factores que pudieron desencadenar esta tragedia.






