Tras la confirmación de su condena, la exmandataria solicitó cumplir la pena en su domicilio, mientras la fiscalía reclama su detención inmediata.
Cristina Fernández de Kirchner presentó este miércoles un pedido formal ante la Justicia para cumplir su condena de seis años de prisión en su domicilio y sin el uso de una tobillera electrónica. El planteo se dio un día después de que la Corte Suprema ratificara la sentencia en su contra por la causa Vialidad, dejándola inhabilitada de por vida para ejercer cargos públicos.
La solicitud de la exvicepresidenta se basa en su edad, estado de salud y los antecedentes de otras figuras políticas que accedieron a ese beneficio en causas similares. Su defensa argumenta que no existen riesgos de fuga y que no corresponde imponerle medidas más restrictivas, como la tobillera, por su rol institucional y la visibilidad pública que mantiene.
Sin embargo, la fiscalía rechazó de plano el pedido y reclamó su detención inmediata para que la condena comience a ser cumplida en una unidad penitenciaria. Consideran que no hay motivos excepcionales que justifiquen el arresto domiciliario ni condiciones que eximan a Kirchner del cumplimiento pleno de la pena.
El pedido generó reacciones encontradas en el ámbito político y jurídico. Mientras sectores afines a la expresidenta señalan una escalada en la persecución judicial, desde la oposición insisten en que la sentencia debe ejecutarse sin privilegios, respetando el principio de igualdad ante la ley.
Ahora será la Justicia la que deberá definir si otorga el beneficio del arresto domiciliario y bajo qué condiciones. La decisión podría conocerse en los próximos días, en medio de un clima de alta tensión política y social.