En medio de acusaciones cruzadas, el ministro de Seguridad bonaerense acusó a su antecesora de mentir sobre avances en la causa que investiga espionaje político dentro de la fuerza policial
El enfrentamiento entre Patricia Bullrich, exministra de Seguridad de la Nación, y Javier Alonso, actual ministro de Seguridad bonaerense, escaló en los últimos días alrededor del escándalo del denominado «polipunteros» en la Policía Bonaerense Libertaria. Bullrich aseguró que la investigación de la causa ya fue cerrada, lo que fue desmentido tajantemente por Alonso, quien sostuvo que sus afirmaciones son falsas.
Alonso calificó las declaraciones de Bullrich como “mienten deliberadamente” y aclaró que la causa sigue abierta e incluso habría nuevos indicadores y testimonios en camino. El cruce se da en un contexto de alta tensión política, donde ambos funcionarios representan visiones antagónicas del manejo de la seguridad.
El caso vincula a agentes de la Policía Bonaerense con operaciones de espionaje interno orientadas a perjudicar a candidatos libertarios, generando una purga interna que aún no está totalmente esclarecida. El conflicto político se agrava porque Bullrich busca reinstalarse como figura electoral relevante, mientras que Alonso defiende los lineamientos del gobierno provincial.
La disputa no solo tiene ribetes partidarios, sino también institucionales. Mientras Bullrich enfatiza su gestión nacional, Alonso responde desde su rol local, defendiendo la transparencia y la continuidad del proceso judicial. Además, dejó en claro que no hay espacio para especulaciones cuando se trata de temas de seguridad.
Este nuevo capítulo del escándalo genera interrogantes sobre la interferencia política en las fuerzas de seguridad y la necesidad de rendición de cuentas. Cabe ver si la polarización entre ambos entorpecerá la investigación o si, por el contrario, ayudará a que se profundice con mayor rigor.