El ministro de Justicia atraviesa sus últimos días en el cargo. Desgastado por escándalos internos y conflictos dentro del Gabinete, Mariano Cúneo Libarona podría dejar el puesto tras las elecciones. En su lugar, suenan Guillermo Montenegro y Manuel García-Mansilla, en el marco de una posible unificación de ministerios.
Mariano Cúneo Libarona enfrenta el final de su paso por el Ministerio de Justicia. Entre versiones que apuntan a su renuncia y la posibilidad de que la cartera se fusione con la de Seguridad, el funcionario atraviesa un momento de fuerte desgaste político y personal.
La alternativa más firme es la creación de una “súpercartera” que unifique ambas áreas, con Guillermo Montenegro, actual intendente de General Pueyrredón y exjuez federal, como principal candidato para asumir el mando. También se menciona a Manuel García-Mansilla, el exjuez de la Corte Suprema que hoy colabora en la redacción de proyectos para el Gobierno y mantiene vínculos con el entorno de Santiago Caputo.
Según trascendió, Cúneo Libarona ya habría comunicado su decisión de dar un paso al costado tras las elecciones. En los pasillos de la Casa Rosada repiten que “se lo ve cansado”. Su figura quedó reducida a un rol protocolar dentro del ministerio, mientras el poder real fue concentrado por Sebastián Amerio, estrechamente ligado al asesor presidencial Caputo.
El funcionario arrastra además varios episodios que minaron su autoridad. En julio fue denunciado penalmente luego de que se difundiera un video de su encuentro con Timothy “Tim” Ballard, un polémico activista estadounidense acusado de abusos sexuales. En la grabación, Cúneo Libarona le ofrecía facilitar contactos judiciales y políticos. Patricia Bullrich intervino para bloquear su acceso a Milei y lo señaló como “un abusador con múltiples denuncias”.
A esto se suman las críticas por su falta de gestión en temas clave: no logró cubrir vacantes judiciales ni implementar el nuevo sistema acusatorio previsto para los tribunales de Comodoro Py. Pese a haber trabajado en el nuevo Código Penal, fue Bullrich quien lo presentó públicamente junto al Presidente, en lo que muchos interpretaron como un desplazamiento simbólico.
Mientras tanto, en el oficialismo se preparan los movimientos de reemplazo. Si se concreta la fusión ministerial, Amerio podría asumir un rol central y Montenegro tomar el mando político. En caso contrario, García-Mansilla, que recientemente expuso en la Fundación Faro junto a María Ibarzábal Murphy, podría ser el elegido para continuar al frente de Justicia.
Entre las reformas que impulsa el Gobierno se cuentan modificaciones profundas al Código Civil y Comercial y al Consejo de la Magistratura, con el objetivo de limitar la influencia de los jueces.
La salida de Cúneo Libarona marcaría el fin de una etapa convulsionada en el Ministerio de Justicia, signada por internas, denuncias y una gestión sin grandes resultados visibles.