El boleto mínimo de colectivo supera los $400 y el subte roza los $1.000, en medio de un contexto que sigue tensionando el bolsillo.
Desde este martes comenzaron a regir nuevos aumentos en el transporte público del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), que impactan tanto en colectivos como en el servicio de subterráneos y en los peajes. Se trata de un ajuste ya previsto en el esquema tarifario que busca recomponer ingresos frente a la inflación acumulada.
El boleto mínimo de colectivo pasó a costar $420 para los viajes de hasta 3 kilómetros, mientras que los tramos más largos superan los $500. El subte, por su parte, alcanzó un valor cercano a los $950, consolidándose como uno de los medios de transporte más caros en términos absolutos. Además, los peajes en accesos a la Ciudad también tuvieron incrementos, que rondan el 30%.
Según informaron fuentes oficiales, estos aumentos responden a la necesidad de actualizar las tarifas tras meses de fuertes subas en los costos operativos, especialmente vinculados al combustible, los salarios y el mantenimiento de unidades. No obstante, el impacto directo en el bolsillo de los usuarios vuelve a encender alarmas en un contexto económico complejo.
Desde asociaciones de usuarios y consumidores advirtieron que estos nuevos valores profundizan la pérdida de poder adquisitivo y complican el acceso al transporte público, especialmente para quienes deben realizar combinaciones diarias o trasladarse largas distancias para trabajar o estudiar.
Por su parte, empresarios del sector señalaron que, pese a los incrementos, el boleto sigue por debajo del “valor técnico” que reflejaría el costo real del servicio, por lo que reclamaron continuar con el esquema de subsidios para evitar un mayor traslado al usuario.
Con este escenario, el transporte vuelve a ser uno de los rubros que más presionan el gasto mensual de las familias, mientras se aguardan nuevos ajustes en los próximos meses si persisten la inflación y la escalada de costos.