La canciller es la accionista mayoritaria del banco Roela junto con su hermano Guillermo. Dos ONG dedicadas a temas de transparencia gubernamental alertaron por un potencial conflicto de intereses.
La canciller Diana Mondino firmó el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) de desregulación económica al igual que el resto de los ministros. Dentro de los sectores en los que habrá cambios se encuentran la energía, la minería, la industria, el comercio, el sector inmobiliario y las finanzas.
En cuanto a las finanzas, “el DNU elimina el tope de tasa que los Bancos le cobran a los comercios, quita el techo al interés punitorio por demoras en el pago de tarjetas de crédito y deroga sanciones a las empresas que no informen la tasa de interés. A la vez, omite la gratuidad en la apertura de las cuentas sueldo y las extracciones de dinero para el empleado (figuraban de forma expresa hasta ahora) y abre la puerta a la privatización del Banco Nación”.
Según una investigación de Ámbito, al momento de la publicación del DNU, Mondino seguía siendo la accionista mayoritaria del banco Roela con el 49,61% del capital. Su hermano cuenta con el mismo porcentaje, mientras que el 0,78% restante está en manos de accionistas agrupados. Su hijo, Francisco Eugenio Pendás, es director suplente de la entidad. Consultado sobre el tema, Ezequiel Nino, especialista en temas de transparencia y cofundador de la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ), sostuvo que «de acuerdo con las reglas vigentes de conflictos de intereses, la canciller debería haberse excusado de firmar las secciones del DNU vinculadas a la actividad bancaria en la cual tiene interés patrimonial».
Desde la fundación especializada en transparencia Poder Ciudadano, señalaron que “es una situación a prestarle atención” y agregaron que “la Oficina Anticorrupción debería estudiar el tema en profundidad y analizar si configura un caso de conflicto de intereses”. La organización no gubernamental publicó un comunicado el viernes pasado que advierte sobre el perjuicio del DNU en la división de poderes.
Desde el entorno de la ministra rechazaron la idea de un potencial conflicto de intereses. Aunque no se refirieron específicamente al DNU, aseguraron que hasta ahora los bancos están entre los perdedores del modelo Milei por la eliminación de las Leliq y la baja de tasas que redundó en que durante la última colocación del Tesoro las entidades reciban un interés más bajo del que pagan a los ahorristas por los plazos fijos.