Las autoridades aseguran que el canal de comunicación “se llenó, desde la llegada del empresario, de contenido tóxico y desorientador de una forma cada vez más abrumadora”.
El diario español La Vanguardia, con sede en Barcelona, anunció este jueves que dejará de publicar en la red social X. Con una crítica directa a Elon Musk, el empresario dueño de la plataforma, el medio indicó que se convirtió en un espacio “en que encuentran caja de resonancia las teorías de la conspiración y la desinformación”. El miércoles, fue el británico The Guardian el que tomó una medida similar.
”X se llenó desde la llegada de Musk [en 2022] de contenido tóxico y desorientador de una forma cada vez más abrumadora. En junio pasado, la red actualizó sus términos de uso de forma que se pueda publicar pornografía siempre que se trate de un comportamiento consensuado entre adultos”, argumentó el diario con sede en Barcelona, que hizo su anuncio al día siguiente de la iniciativa de The Guardian. El periódico detalló que dejará en suspenso sus cuentas y que, no obstante, seguirá a “personas, entidades, empresas e instituciones en esta red para poder informar puntualmente a sus lectores de mensajes y debates que puedan producirse en ella”.
Asimismo aclaró que al margen de esta decisión editorial, “sus periodistas serán libres de seguir usando esta plataforma dentro de las normas de contención y respeto de los derechos humanos y de la libertad de expresión que reclama que se mantengan en todos los ámbitos”.
En un artículo publicado en su web, La Vanguardia destacó que su decisión coincide con el anunciado nombramiento de Musk para codirigir un departamento de “eficiencia gubernamental” en Estados Unidos durante el próximo gobierno del republicano Donald Trump. “La adquisición de X en octubre del 2022 supuso el despido masivo de trabajadores e incluyó la supresión del departamento que moderaba los contenidos”, apuntó también en contra del magnate.
Jordi Juan, el director del diario desde 2020, calificó la decisión tomada como “un gesto necesario”. “La decisión se tomó para no contribuir con el tráfico creado por La Vanguardia al crecimiento de este canal”, agregó el referente y alertó: “Los tradicionales equipos de moderación que evitaban los contenidos violentos o de odio fueron desapareciendo y la red entró en una deriva que vulnera los mínimos conceptos de ética o de justicia que deberíamos respetar en una sociedad democrática”.