Se trata de un hombre sin carrera diplomática. La Ley del Servicio Exterior prevé que el PEN pueda designar excepcionalmente embajadores que no pertenezcan a la carrera diplomática, siempre y cuando cuenten con antecedentes destacados.
La designación de Alejandro Oxenford como nuevo embajador ante los Estados Unidos fue publicada este miércoles en el Boletín Oficial. El empresario tecnológico asumirá el cargo que ocupaba Gerardo Werthein, quien quedó a cargo de la Cancillería tras la salida de Diana Mondino.
Como el nombramiento de Oxenford es político, ya que no se trata de un embajador de carrera, es el Senado el que tiene que aprobarlo. Sin embargo, al no ser tratado, Milei firmó el decreto el mismo día en que el Gobierno designó por la misma vía a los jueces Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla como integrantes de la Corte Suprema de Justicia.
Por su sola experiencia de relacionista comercial, Oxenford recibió el plácet de estilo del gobierno estadounidense, lo que allanó el camino para su designación. Cabe destacar que, la Ley del Servicio Exterior prevé que el Poder Ejecutivo pueda designar excepcionalmente embajadores que no pertenezcan a la carrera diplomática, siempre y cuando cuenten con antecedentes destacados. Para justificar este requisito, el Gobierno se esforzó por ponderar la «idoneidad, experiencia y trayectoria profesional» del nuevo embajador.
Sus antecedentes dejan claro su perfil político. De joven fue candidato a legislador suplente en las listas de Acción por la República, el partido fundado por el exministro menemista Domingo Cavallo. Años después colaboró con Mauricio Macri, Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal en el Grupo Sophia.
El nuevo embajador en los Estados Unidos mantendrá relaciones estratégicas entre la Argentina y el gobierno de Donald Trump. Al respecto, se mantienen amplias expectativas sobre su rol debido a su experiencia en el ámbito empresarial, de hecho, fue reconocido por el Foro Económico Mundial y galardonado como Joven Líder Mundial.