Será la tercera vez que insista con la reforma, que hasta ahora no tuvo el respaldo de los aliados.
El gobierno anunció que enviará un proyecto de reforma política al Congreso para eliminar las PASO y modificar el sistema de financiamiento de los partidos. La decisión de eliminar las primarias coloca a la administración de Milei en un conflicto directo con el PRO que rechaza esa posibilidad.
Buena parte de estos temas se habían intentado aprobar durante el debate de la ley Bases, pero el Gobierno se vio obligado a dar marcha atrás por falta de respaldo. Ahora, envalentonado por la gestión económica y los números en las encuestas, busca reflotarlo, pero con cambios. Esta versión de la reforma electoral, como adelantó Infobae, fue impulsada también por el principal asesor presidencial, Santiago Caputo, que le encomendó los detalles de la redacción a su mano derecha en temas jurídicos, la secretaria de Planeamiento Normativo, María Ibarzábal. Incluso a pesar de las dudas de otros sectores del propio oficialismo por su viabilidad en un momento político complejo -al filo del final de las sesiones, con minoría en las dos Cámaras, y mientras se trata el Presupuesto-.
Son, en total, tres reformas. La eliminación de las PASO, por un lado. Pero también la reforma del régimen de partidos políticos que plantea mayores límites a los partidos para poder presentarse a una elección: sube el piso de afiliados (de 0,4 por ciento del padrón al 0,5); duplica el número de jurisdicciones en donde el partido debe tener representación (de 5 a 10); y sostiene la obligatoriedad de sacar más de un 3 por ciento de los votos en las últimas elecciones para poder volver a presentarse.
Plantea, a su vez, una reforma integral del financiamiento de los partidos: uno de los puntos más cuestionados cuando el gobierno planteó el debate y que motivó, en parte, la caída de la reforma política que sostenía entonces Francos (y que hoy impulsa, con mayor esfuerzo, Lisandro Catalán). El gobierno plantea eliminar los espacios obligatorios de publicidad electoral en los medios de comunicación – un sistema que garantiza espacios de propaganda para todos los partidos que compiten – y eliminar también el financiamiento público para las campañas. Es decir, que solo los privados podrán hacer aportes que, según el proyecto de ley que el gobierno pretende enviar al Congreso, verán incrementados sus topes.
El vocero Manuel Adorni fue el encargado de hacer el anuncio y dijo que las primarias «han funcionado como una encuesta millonaria al servicio sólo de la política y en detrimento de la economía y el tiempo de los argentinos».
«Solo en 2023 tuvieron un costo 45.445 millones de pesos a valores, por supuesto, históricos. O sea que en en términos reales esto fue mucho más gravoso y obligaron a los argentinos a tener que ir a votar el año pasado tres veces», dijo el contador.