Alberto Báños dejará de ser secretario y pasará a desempeñarse como subsecretario, en el marco de una nueva reorganización impulsada por el Ejecutivo.
En una nueva medida que se enmarca en el proceso de recorte y reorganización del Estado, el Gobierno nacional decidió rebajar el rango institucional del área de Derechos Humanos. Alberto Báños, quien hasta ahora se desempeñaba como secretario, continuará a cargo del área pero con el nuevo cargo de subsecretario.
La decisión se oficializó recientemente y generó diversas reacciones en el ámbito político y en organismos de derechos humanos, que consideran que este cambio representa un retroceso en materia de jerarquía institucional para una temática sensible y central en la historia reciente del país.
Desde el Ejecutivo, justificaron la medida como parte de un proceso de «reestructuración administrativa» que busca reducir costos y optimizar recursos. Sin embargo, sectores críticos advierten que este tipo de decisiones simbólicas tienen consecuencias políticas y sociales, sobre todo en un país con un largo camino recorrido en memoria, verdad y justicia.
Distintas voces vinculadas al ámbito de los derechos humanos expresaron su preocupación por lo que interpretan como una señal de desinterés por parte del gobierno hacia las políticas públicas en esta materia. La rebaja de rango se suma a otras decisiones recientes que ya habían generado tensiones con organizaciones sociales y organismos internacionales.
Por el momento, Alberto Báños continuará al frente de las tareas del área, aunque su capacidad operativa podría verse limitada por la pérdida de jerarquía dentro del organigrama estatal. La medida plantea interrogantes sobre la continuidad y el enfoque de las políticas de derechos humanos en el país bajo la actual administración.