La medida busca aliviar los costos de los productores, aunque mantiene la vigilancia sanitaria en todo el país.
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) anunció una flexibilización en las exigencias de vacunación contra la fiebre aftosa. La resolución establece que ciertos rodeos podrán ser exceptuados de la segunda dosis anual, una medida que apunta a reducir los costos y la logística en el sector ganadero.
La decisión se da en un contexto complejo para el campo, marcado por la preocupación creciente por la propagación de la gripe aviar y sus efectos en la producción avícola. En este escenario, las autoridades remarcaron que la modificación no implica relajar los controles, sino ajustar el calendario para hacerlo más eficiente.
Según explicaron desde el organismo, la medida alcanzará a categorías específicas de animales y mantendrá la obligación de vacunar a los terneros, que representan el grupo de mayor riesgo. Además, se reforzarán los operativos de vigilancia epidemiológica para evitar cualquier posible brote que ponga en riesgo el estatus sanitario de la Argentina.
Productores y entidades agropecuarias recibieron con alivio la flexibilización, aunque advirtieron que será necesario garantizar que el ahorro en vacunación no derive en mayores riesgos sanitarios. El Senasa aseguró que seguirá trabajando con las provincias y el sector privado para sostener los estándares internacionales que permiten al país exportar carne y derivados.