El empresario arremetió contra el expresidente estadounidense en redes sociales y lo cuestionó por su plan económico y presuntos vínculos con el financista condenado.
Elon Musk encendió una nueva polémica en la política estadounidense al acusar públicamente a Donald Trump de estar vinculado a Jeffrey Epstein, el financista condenado por tráfico sexual de menores. A través de una serie de publicaciones en redes sociales, el magnate de Tesla y SpaceX apuntó contra el expresidente, pidió su destitución y lo responsabilizó por un programa fiscal “insostenible”.
Las declaraciones generaron un fuerte revuelo en el ámbito político de Estados Unidos. Musk sostuvo que Trump debería enfrentar un juicio político, no solo por sus decisiones económicas, sino también por los “vínculos oscuros” que tendría con Epstein. “¿Por qué no está Trump siendo investigado como corresponde?”, cuestionó el empresario en uno de sus posteos más virales.
Además de las acusaciones personales, Musk criticó con dureza el nuevo plan presupuestario presentado por el exmandatario, al que calificó como “una bomba de tiempo fiscal que arruinará a la clase media estadounidense”. Según el CEO de X, el enfoque económico de Trump favorece a los sectores más ricos y representa un retroceso para la innovación tecnológica y la inversión productiva.
La reacción del entorno de Trump no se hizo esperar. Desde su equipo desestimaron las acusaciones, calificándolas como “infundadas y motivadas políticamente”. Hasta el momento, el expresidente no se pronunció de manera directa sobre los dichos de Musk, aunque fuentes cercanas aseguran que prepara una respuesta legal para frenar lo que consideran una “campaña difamatoria”.
Este cruce se da en un contexto preelectoral tenso en Estados Unidos, donde Trump busca consolidarse nuevamente como candidato presidencial para 2026. Musk, por su parte, parece cada vez más dispuesto a involucrarse en la discusión política, no solo como observador, sino como actor con peso propio en la opinión pública global.