En el foro anual, directivos plantearon la necesidad de reglas estables, menor presión tributaria y una hoja de ruta definida para la inversión.
En el 61º Coloquio IDEA, una multitud de ejecutivos y líderes empresariales expresaron con énfasis su descontento con la actual incertidumbre regulatoria y tramitaron demandas por un entorno favorable al desarrollo económico. Se alzaron voces que pidieron una política económica previsible y consensuada.
Durante las mesas redondas y charlas, los empresarios evitaron criticar en términos agresivos, pero reclamaron directamente a las autoridades una menor intervención impositiva y una reducción sustancial de cargas laborales. Señalaron que el contexto macroeconómico los obliga a replantear decisiones de inversión en el corto y mediano plazo.
También se presentó una coincidencia: la necesidad de un plan estratégico que trascienda ciclos electorales. La apuesta es a una agenda que involucre a provincias y nación con objetivos comunes para crecimiento industrial, generación de empleo y atracción de capitales. Algunos gobernadores presentes prometieron colaborar, pero aclararon que requieren autonomía para adaptar las políticas locales.
El mensaje del sector privado fue claro: “No más reformas cortoplacistas; necesitamos reglas claras para los próximos cinco años”. Las demandas presentadas abren un desafío para el gobierno, que deberá responder en los hechos si busca recuperar credibilidad ante los inversores.