Washington confirmó la operación militar y advirtió que responderá con “rapidez y decisión” ante futuras amenazas. El mundo observa con preocupación una posible escalada bélica.
Estados Unidos lanzó un ataque aéreo contra tres instalaciones nucleares en Irán, en el marco de la creciente tensión en Medio Oriente. La operación, confirmada oficialmente por el gobierno estadounidense, fue presentada como una medida preventiva ante lo que calificaron como una amenaza inminente.
Según detallaron fuentes militares, los bombardeos tuvieron como objetivo centros estratégicos relacionados con el programa nuclear iraní. El presidente Donald Trump, en una breve conferencia, afirmó que se trató de “una acción defensiva” y que su país “no busca una guerra, pero no dudará en proteger sus intereses y aliados”.
El gobierno iraní denunció el ataque como un “acto de guerra” y prometió represalias. “Esta agresión no quedará impune”, declararon voceros oficiales en Teherán. En paralelo, se convocó a una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de la ONU para evaluar la situación.
En diversas capitales del mundo crece el temor a una escalada regional que pueda derivar en un conflicto de alcance global. Analistas internacionales advierten que la ofensiva de Estados Unidos, sumada a las tensiones previas entre Israel e Irán, podría encender una chispa de consecuencias imprevisibles.
Mientras tanto, cientos de vuelos fueron cancelados en Medio Oriente y varios países comenzaron a evacuar a sus diplomáticos en la región. El mundo, otra vez, contiene la respiración.