Un grupo de familiares y simpatizantes partió en barco hacia la Franja de Gaza para reclamar un acuerdo inmediato que permita el regreso de los cautivos en manos de Hamas.
En un gesto cargado de simbolismo y desesperación, decenas de familiares de rehenes israelíes y activistas zarparon desde el puerto de Herzliya rumbo a las costas de Gaza para exigir la liberación de sus seres queridos. A bordo de una embarcación adornada con banderas y mensajes, el grupo reclamó con fuerza la concreción de un acuerdo que ponga fin a la cautividad de más de un centenar de personas.
La iniciativa fue impulsada por familiares directos de los secuestrados, quienes acusan al gobierno israelí de no hacer lo suficiente para alcanzar una negociación efectiva. «Necesitamos toda la ayuda internacional posible», expresó una de las madres a bordo, subrayando la urgencia de una intervención diplomática antes de una eventual escalada militar.
El viaje marítimo fue acompañado desde tierra por manifestaciones en distintos puntos de Israel, donde crece la presión sobre las autoridades para que prioricen la liberación de los rehenes en la agenda nacional. Según los organizadores, el objetivo principal es visibilizar el drama humanitario y evitar que los cautivos se conviertan en víctimas de una ofensiva total contra Hamas.
El contexto en la Franja de Gaza sigue siendo extremadamente tenso. Voceros israelíes mantienen su postura de que no cederán a presiones sin garantías concretas, mientras que las negociaciones indirectas con mediación internacional continúan estancadas. Sin embargo, voces desde distintos sectores llaman a evitar una operación a gran escala que ponga en riesgo la vida de los rehenes.
Los familiares apelan a la comunidad internacional para que actúe como puente entre las partes y logre destrabar un acuerdo. Mientras tanto, el tiempo sigue corriendo y la incertidumbre sobre el destino de los secuestrados genera una creciente angustia en la sociedad israelí.