Cuando los manifestantes cortaron la Av. Rivadavia se activó el protocolo antipiquete. Con gases, balas de goma y carros hidrantes las fuerzas de Seguridad avanzaron para despejar la vía pública.
La habitual marcha de los miércoles en defensa de los jubilados tuvo hoy la presencia de dirigentes opositores e hinchas y barras de distintos clubes, los cuales se presentaron en los alrededores de Congreso para manifestarse en contra del Gobierno nacional. El Ministerio de Seguridad Nacional desplegó una gran cantidad de efectivos de diferentes fuerzas para hacer cumplir el protocolo antipiquetes.
Al comienzo de la represión, las fuerzas de seguridad avanzaron sobre la avenida Callao y empujaron a los manifestantes lejos del Congreso, hacia dirección de la calle Corrientes. Luego fue el turno de aquellos que quedaron en la plaza de los Dos Congresos. Con carros hidrantes, gases y balas de goma, reprimen a los hinchas y manifestantes para llevarlos hasta la Av. de Mayo.
Los incidentes comenzaron a las 16.30, media hora antes del inicio de la marcha. Unos 1.000 policías ya sabían lo que tenían que hacer. Apenas habían llegado los primeros hinchas, en especial un grupo de Chacarita y Rosario Central, cuando los efectivos pusieron en acción sus camiones hidrantes.
Los jubilados, hinchas y agrupaciones de izquierda debieron salir de la plaza. También los ex combatientes de Malvinas. «Hace 43 años que venimos acá, y nadie nos sacó», dijo un héroe de guerra. En la brutalidad, se vieron imágenes de policías pegándole con palazos a jubiladas indefensas.
Las cinco fuerzas federales intentan contener y desalojar a los manifestantes con más de 850 efectivos.
Los protagonistas de la movilización se dispersaron en los alrededores del Congreso, pero los disturbios no cesan.