Según la CAME, las ventas retrocedieron un 6,7% frente a mayo y se mantienen en baja en comparación interanual, con preocupación en los rubros estacionales.
Las ventas minoristas de las pequeñas y medianas empresas registraron en junio una caída del 6,7% respecto a mayo, de acuerdo al relevamiento difundido por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). El dato profundiza la preocupación en el sector, que advierte sobre un mercado “frágil” y con bajo nivel de consumo.
El informe detalló además que en la comparación interanual —contra junio de 2024— la merma fue del 0,5%, mostrando que el repunte que se esperaba para mitad de año aún no llega. Los comercios vinculados a productos estacionales, como indumentaria y calzado, fueron los más golpeados, sin lograr repuntar pese al inicio de la temporada invernal.
Desde la CAME subrayaron que la situación se explica por el deterioro del poder adquisitivo y la postergación de compras por parte de los consumidores. A esto se suma la cautela general ante un contexto económico que todavía no ofrece señales claras de recuperación.
El presidente de la entidad, Alfredo González, remarcó que “se necesita un mercado interno activo para que las pymes puedan sostener el empleo y la actividad”. Además, pidió políticas que faciliten el acceso al crédito y alivien la presión impositiva para el sector.
Con estos números, el comercio minorista pyme acumula en el primer semestre del año una baja del 17,2% frente al mismo período del 2024. El dato enciende alarmas no solo entre los empresarios, sino también en las provincias y ciudades que dependen fuertemente del consumo para dinamizar su economía local.