Tras tres rondas de votación, el cónclave no logró alcanzar consenso y continúa la incertidumbre en la Capilla Sixtina.
El cónclave para elegir al nuevo Papa sigue sin definiciones. Este jueves, las dos votaciones matutinas se sumaron a la ronda inicial del día anterior sin alcanzar la mayoría necesaria para proclamar al sucesor de Pedro. Las chimeneas de la Capilla Sixtina volvieron a emitir fumata negra, señal inequívoca de que aún no hay acuerdo entre los cardenales.
Los 117 purpurados electores permanecen aislados del mundo exterior en el Vaticano desde el inicio del cónclave, en un clima de deliberación intensa. Las discusiones giran en torno a las diferentes corrientes internas de la Iglesia, que buscan un equilibrio entre renovación, tradición y liderazgo global. Aunque no se conocen detalles concretos —ya que el proceso es secreto—, se presume que los nombres de algunos cardenales latinoamericanos, africanos y europeos están en disputa.
La ausencia de consenso refleja las tensiones internas dentro del Colegio Cardenalicio, especialmente tras el último papado, que dejó marcados desafíos institucionales y pastorales. El perfil del futuro Papa se debate entre quienes buscan una figura reformista y quienes apuestan por una línea más conservadora y doctrinal.
Miles de fieles y turistas siguen con atención los acontecimientos desde la Plaza San Pedro, a la espera de la esperada fumata blanca. Mientras tanto, medios de todo el mundo cubren minuto a minuto las novedades, alimentando la expectativa global ante una elección que marcará el rumbo de la Iglesia Católica.
Las votaciones continuarán este viernes, con dos nuevas rondas por la mañana y otras dos por la tarde. Hasta que no se alcance una mayoría de dos tercios, el mundo seguirá mirando hacia el cielo del Vaticano, a la espera del humo blanco que anuncie al nuevo Pontífice.