El candidato del Frente Amplio se impuso por cuatro puntos sobre el oficialista Delgado; ambos brindaron discursos de conciliación.
El candidato opositor Yamandú Orsi será el próximo presidente de Uruguay tras superar al candidato del oficialismo, Álvaro Delgado, por casi cuatro puntos, en lo que representará el regreso del Frente Amplio al poder después de cinco años del gobierno de centroderecha de Luis Lacalle Pou. Con su vuelta al poder, América latina se vuelca más a la izquierda. Yamandú Orsi se imponia con el 52,1% de los votos frente al derechista Álvaro Delgado con el 47,9%,del Partido Nacional, según la Corte Electoral (escrutado el 99% de los sufragios).
“Voy a ser el presidente que convoque una y otra vez, una y otra vez al diálogo para encontrar las mejores soluciones, por supuesto con nuestros planteos, pero también escuchando muy bien lo que nos dicen los demás”, dijo Orsi en su discurso de consagración ante miles de seguidores, que se congregaron afuera del comando de campaña con las banderas tricolores del Frente Amplio.
Nacido el 13 de junio de 1967 en una zona rural de la región de Canelones, la segunda más grande de Uruguay, Orsi moldeó sus ambiciones políticas en plena dictadura (1973-1985), cuando aún era adolescente.
Se desempeñó como docente en diversos centros de educación secundaria de los departamentos de Canelones, Florida y Maldonado hasta el año 2004. Y trabajó como comerciante durante 22 años, alternando con el estudio y la docencia, en el negocio familiar ubicado en la ciudad de Canelones.
Hijo de un plantador de viña y una costurera, desde su juventud militó en las bases del Frente Amplio de Canelones, primero en la Vertiente Artiguista y después en el Movimiento de Participación Popular. Mientras vivía en el campo, aprendió a leer y a escribir gracias a su hermana mayor, su primera “maestra”.
Sus promesas de campaña se centraron en el impulso a las políticas medioambientales, la promoción y apoyo a los pequeños productores y el respaldo a las políticas de inclusión social, pilares que también sentaron las bases de su administración como intendente de Canelones, cargo que ocupó entre 2015 y 2024.
Con ellas, el discípulo de Mujica se propone ahora a devolver el poder a la izquierda, tras un hiato de cinco años luego de tres mandatos presidenciales consecutivos.