El club separó al entrenador tras una crisis interna con el plantel, justo antes del enfrentamiento con Estudiantes.
Gimnasia tomó por sorpresa a su propia comunidad al anunciar la salida del director técnico Orfila apenas cinco días antes del clásico frente a Estudiantes. La decisión se dio en un contexto de tensión creciente entre el cuerpo técnico y algunos futbolistas del plantel.
Fuentes informadas señalaron que fueron tres momentos clave los que marcaron el quiebre: desacuerdos tácticos, conflictos en la comunicación con los jugadores y diferencias públicas que impactaron el clima interno del vestuario. Esa acumulación motivó la drástica determinación de la dirigencia.
El club no designó aún un reemplazo formal, aunque maneja nombres locales y alternativas interinas para afrontar el clásico. En el ambiente futbolístico ya se especula respecto de posibles candidatos para hacerse cargo del cargo de aquí en más.
Para Gimnasia, la urgencia es doble: además de la tensión institucional, debe recomponer el aspecto deportivo. El clásico llega con un panorama de incertidumbre, y el nuevo técnico tendrá la presión de estabilizar un equipo golpeado y exigido por su propia hinchada.