El siniestro que arrasó el Polígono Industrial Spegazzini se habría iniciado en un depósito de Logischem S.A., donde había miles de kilos de sustancias inflamables, tóxicas y reactivas. La Justicia investiga si hubo fallas en las medidas de seguridad.
El incendio de enorme magnitud que devastó el Polígono Industrial Spegazzini, en Ezeiza, tuvo su origen en un depósito de la empresa Logischem S.A., especializada en el almacenamiento de sustancias peligrosas. El fuego, visible incluso desde un avión que sobrevolaba la zona, se propagó rápidamente gracias a la presencia de materiales inflamables, tóxicos y explosivos. La fiscalía a cargo de Florencia Belloc, con la secretaría de Federico Ricart, confirmó la existencia de una amplia variedad de químicos que actuaron como combustible para las llamas, según informó Infobae.
Las pericias comenzaron este lunes 17 de noviembre con el objetivo de determinar si el incendio fue accidental o provocado. En paralelo, se espera una declaración clave para avanzar en la investigación. Uno de los puntos centrales es establecer si Logischem S.A. cumplía con los protocolos de seguridad necesarios para el almacenamiento y manipulación de los productos químicos. El presidente de la firma, Pablo Celabe, quedó identificado como principal responsable.
Según detalló el encargado de fabricación —licenciado en química— en el depósito se encontraban 25.000 kilos de fósforo rojo y 16.000 kilos de aluminio en polvo. Además, el sector destinado a inflamables, de 1.500 m², contenía garrafas de 200 gramos de gas butano para mecheros, altamente susceptibles a incendios y explosiones.
En otro galpón, de 2.000 m², se descubrieron sustancias oxidantes como hidrosulfito de sodio y aluminio metácilo, capaces de reaccionar violentamente al contacto con el agua. También había materiales reactivos, como fósforo sólido —que puede encenderse espontáneamente— y aluminio, que al mezclarse con agua genera hidrógeno, un gas explosivo. Entre los productos tóxicos detectados se encontraron 30 garrafas de 50 kilos de bromuro de metilo y cuñetes de 50 kilos de cianuro, una sustancia extremadamente peligrosa que puede liberar gas cianhídrico al reaccionar con ácidos.
El fuego comenzó alrededor de las 20:30 del viernes y se expandió con rapidez hacia galpones vecinos. El primer establecimiento afectado fue Lagos Plásticos, empresa del marido de Alejandra Maglietti, que sufrió daños totales. Luego alcanzó a El Bahiense, dedicada a aditivos alimentarios, con afectación parcial; a Iron Mountain, depósito de papel, donde las pérdidas fueron totales; y a Larocca Minería, con destrucción parcial.
El incidente dejó cuatro personas hospitalizadas con politraumatismos leves e inhalación de dióxido de carbono. Una subteniente de la Policía bonaerense que arribó primero al lugar sufrió una quemadura superficial, mientras que un bombero voluntario de Quilmes fue atendido por inhalación de humo.
La fiscalía aguarda la declaración de un testigo clave y los resultados de las pericias para establecer con precisión cómo se desencadenó el incendio en el depósito de Ezeiza.





