El ataque alcanzó la cárcel de Evin, donde estaban detenidos opositores y presos políticos. El gobierno iraní calificó el hecho como un “crimen de guerra”.
Irán confirmó este domingo la muerte de al menos 71 personas tras un bombardeo israelí que impactó en la prisión de Evin, ubicada en Teherán. Se trata de una de las cárceles más conocidas del país, donde se encuentran recluidos opositores al régimen y activistas políticos.
Según informaron autoridades iraníes, el ataque aéreo provocó una destrucción considerable en varios pabellones del penal, dejando además decenas de heridos. Equipos de rescate trabajaron durante horas entre los escombros para intentar localizar sobrevivientes, mientras aumentaba el número de víctimas fatales.
El gobierno iraní acusó a Israel de cometer un “crimen de guerra” y prometió tomar represalias. A través de un comunicado oficial, Teherán denunció que el bombardeo fue una violación directa del derecho internacional y advirtió que la respuesta será “contundente y proporcional”.
Israel, por su parte, no realizó declaraciones formales sobre este operativo en particular, aunque en reiteradas oportunidades justificó ataques en territorio iraní alegando que busca frenar el avance del programa nuclear persa y desarticular redes vinculadas a grupos armados que operan en la región.
La prisión de Evin ha sido señalada por organismos de derechos humanos por las duras condiciones de detención y las denuncias de torturas a presos políticos. El ataque despertó una ola de condenas en la comunidad internacional, que exigió proteger la vida de los reclusos y evitar una escalada mayor del conflicto.
Este episodio se da en un contexto de máxima tensión entre Irán e Israel, con reiterados cruces militares y amenazas mutuas. Observadores advierten que la situación podría derivar en un enfrentamiento directo de consecuencias imprevisibles para todo Medio Oriente.