En una nueva jornada del proceso judicial, Héctor Arbat, director médico del sanatorio donde estuvo internado Maradona, aseguró que la institución no tuvo responsabilidad en el fallecimiento y reveló un pedido clave que complica a los principales acusados.
El juicio por la muerte de Diego Armando Maradona continúa revelando detalles que podrían ser determinantes para el destino judicial de los imputados. Este lunes, declaró Héctor Arbat, director de la Clínica Olivos, quien desligó al sanatorio de cualquier responsabilidad en el deceso del ídolo y apuntó directamente contra el neurocirujano Leopoldo Luque y la psiquiatra Agustina Cosachov.
Según Arbat, fue Luque quien eligió la Clínica Olivos para operar a Maradona del hematoma subdural en noviembre de 2020, y quien además pidió expresamente que no se internara al paciente en una sala común ni se activara el protocolo de adicciones. «La institución no tuvo ninguna injerencia en la decisión médica posterior», afirmó.
El médico también reveló que, una vez finalizada la intervención, Luque y Cosachov solicitaron que Maradona fuera trasladado a una casa en lugar de continuar en una institución de salud, desoyendo recomendaciones médicas y minimizando el cuadro clínico del exfutbolista.
Arbat defendió el accionar del sanatorio, asegurando que desde la Clínica Olivos se ofrecieron alternativas de internación prolongada, pero que estas fueron descartadas por el entorno del paciente. Su testimonio busca dejar en claro que la responsabilidad recaía exclusivamente en el equipo que manejaba de forma particular la salud de Maradona.
En paralelo, los fiscales del caso solicitaron un allanamiento inmediato en la clínica, medida que todavía debe ser evaluada por el tribunal. La causa sigue sumando testimonios clave mientras crece la expectativa por lo que pueda determinar la justicia sobre una muerte que aún duele en la memoria colectiva del país.