El DT del Rojo descargó su enojo tras la derrota ante Talleres y le puso los puntos a los dirigentes por la falta de refuerzos.
Después de la caída por 2-1 frente a Talleres, el entrenador de Independiente, Julio Vaccari, no ocultó su frustración en conferencia de prensa. “Hormigón en el pecho, ¿cómo no me va a preocupar?”, expresó, reflejando la tensión acumulada por el mal arranque del equipo en el torneo.
Vaccari fue contundente al apuntar contra la dirigencia por la escasez de incorporaciones. “Con el mercado de pases, ni idea… Tendrías que preguntarle a los dirigentes qué saben y qué pueden aportar», dijo, marcando su descontento por no poder contar con el plantel que armó su cuerpo técnico. Cerca de ese momento, sonó el nombre de Marcos Rojo como posible refuerzo, aunque no fue una negociación impulsada directamente por él.
En medio del trago amargo por la derrota y el descontento con la dirigencia, Vaccari de todos modos elogió la actitud del equipo y subrayó su necesidad de un esquema funcional antes que ilusiones. No cree que Independiente sea candidato al título, aunque confía en mejorar si el colectivo logra fluir.
El malestar del DT suma presión al contexto interno: el equipo continúa sin ganar en el torneo, y la falta de refuerzos aumenta la incertidumbre sobre su capacidad para plantar batalla a los rivales de peso. La responsabilidad, enfatizó, no la puede cargar un solo hombre, sino que necesita respaldo institucional.
El mensaje de Vaccari apunta a una transparencia ofensiva en su gestión: preocupa el rendimiento, exige compromiso, pero también evidencia insuficiencias en la planificación del club. El fin de semana, Independiente intentará recuperar el rumbo frente a Gimnasia, con la urgencia de sumar desde lo anímico y táctico.