El dato surge de un relevamiento elaborado por CB Consultora de Opinión Pública. Sin embargo, el balance general sigue siendo favorable para el mandatario.
La imagen del presidente Javier Milei cayó en 14 provincias argentinas. El dato surge de un estudio de CB Consultora Opinión Pública.
El retroceso más notable se registró en la provincia de Buenos Aires, donde la imagen del mandatario cayó 3,5 puntos porcentuales, situándose en un 41,7%. A pesar de este descenso, el balance general sigue siendo favorable para Milei, ya que su imagen positiva aún supera a la negativa en 19 distritos de la Argentina.
En la zona centro del país, donde en las últimas elecciones provinciales y nacionales quedó reflejada la fuerte oposición al kirchnerismo, Milei obtiene sus mejores resultados: en Córdoba y Mendoza, la percepción positiva sobre su figura supera el 60%. Además, mantiene buenos índices en San Luis, La Rioja, San Juan, Corrientes, Salta y Neuquén.
En contraste, las provincias donde Milei enfrenta números más adversos incluyen Buenos Aires, Chaco, Tierra del Fuego, Formosa y Santiago del Estero. Particularmente llamativo es el caso de la Ciudad de Buenos Aires, donde si bien el ala más dura del PRO se impuso en las últimas elecciones para jefe de Gobierno con casi el 50% de los votos y La Libertad Avanza obtuvo un 13,7%, la opinión pública está altamente polarizada: el 48,3% de los ciudadanos tiene una imagen positiva del presidente, mientras que el 47,4% posee una visión negativa.
Un posible estancamiento en la disminución de la inflación y los datos adversos en la industria y la construcción, y la crisis en el Ministerio de Capital Humano, podrían explicar esta merma en la imagen del mandatario, que por estas horas volvió a arremeter contra el Congreso después de la media sanción de Diputados a una nueva fórmula de movilidad jubilatoria, que dejaría sin efecto la establecida por Decreto por el Gobierno nacional e implicaría un costo fiscal del 0,4% del PBI. «Les voy a vetar todo», advirtió el jefe de Estado.
Sin embargo, la oposición podría conseguir los dos tercios en ambas cámaras y así bloquear la resistencia presidencial y obligar al Ejecutivo a promulgar la norma.